El 17 de Septiembre se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente. Proclamado por la Organización Mundial de la Salud, en esta jornada se reivindica en el plano internacional una atención sanitaria que garantice la seguridad y la calidad asistencial.
En las últimas décadas, distintos agentes relacionados con el mundo sanitario han conquistado más espacio de influencia; es el caso de los profesionales de Enfermería, que desde hace años a través de sus distintas formaciones sindicales y asociativas han alzado la voz para que la administración aumente las plantillas en hospitales públicos, centros penitenciarios, de salud mental o residencias de mayores. Asimismo este colectivo ha llamado la atención sobre la falta de garantías que podrían tener lugar en algunos centros privados por la sobrecarga de trabajo, a menudo pésimamente remunerada.
Nuestro país ha experimentado cambios muy positivos en el ámbito sanitario. Hoy tenemos más y mejores hospitales, equipos y herramientas más modernas y unos protocolos de seguridad que han progresado de manera exponencial; asimismo podríamos afirmar que se respetan los ratio médico-paciente, al menos a líneas generales. No obstante desde los sindicatos de Enfermería, sus profesionales reclaman una ley de ratios que garantice un aumento de personal de enfermería en hospitales, residencias de mayores o centros penitenciarios; lugares, estos últimos, en los que la ratio enfermero o enfermera-recluso, es extremadamente baja y cuyos profesionales se ven abocados, con demasiado frecuencia a problemas de seguridad.
De acuerdo a las denuncias de los sindicatos de enfermería, éstos carecen además de estabilidad laboral, pasando gran parte de su vida laboral en el limbo de la interinidad; una falta de seguridad y de medios que puede terminar afectando a la calidad asistencial. Una calidad que deriva en seguridad; esto que hoy la población mundial reivindica.
Es fundamental crear protocolos, disponer de centros modernos y extraordinariamente equipados y contar con una plantilla médica suficiente. Pero tal vez debamos poner atención y mantenernos prevenidos ante las demandas de un colectivo como es el de Enfermería y Fisioterapia. Estos hombres y mujeres son quienes más tiempo pasan con pacientes, residentes o reclusos; ellos son la puerta de entrada a la sanidad y la figura sanitaria que frecuentemente mejor reconoce el usuario; por su proximidad y su elevada formación. Enfermeras y enfermeros dejaron de ser hace tiempo el ayudante o secretaria del doctor. Hoy por hoy su excelente formación ha logrado empoderar una profesión cuyo poder de toma de decisiones es cada vez más alta y genera más confianza.
Por ello, hoy dedicamos este día a todos los profesionales implicados en el mundo de la sanidad, expresando nuestra gratitud y confianza y uniéndonos a los anhelos de mejora que reclaman estos profesionales sin los cuales no existiría una atención basada en la ayuda y el compromiso con el paciente, recluso o residente.
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