Día Mundial de la Salud.
Dr. David Abejón. Especialista en el tratamiento del dolor crónico.
A continuación les presentamos un artículo que recientemente ha sido publicado en el diario ABC y en El País, con ocasión del Día Mundial de la Salud. En el mismo, El Dr. David Abejón aborda algunas cuestiones de la actualidad sanitaria y de la necesidad de no abandonar al resto de pacientes que sufren otras importantes dolencias. Patologías vinculadas con el dolor que como consecuencia del confinamiento pueden verse agravadas.
El Dr. David Abejón, Jefe de Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirón salud Madrid, Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Quirónsalud San José.
Un desastre sin precedentes en la historia reciente de España asola nuestro país y tiene carácter sanitario. La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque a los recursos del Sistema Nacional de Salud y precisa de buena parte de sus esfuerzos para tratar de frenar su expansión. Sin embargo, la lucha contra el COVID-19 no debe hacer que se descuiden los tratamientos de otros pacientes con problemas de salud que siguen necesitando de atención sanitaria especializada.
“Es importante que la gente piense que la vida va a continuar. Es horrible lo que está pasando, pero los problemas de salud que cada uno tenemos van a seguir dentro de un mes, y es un error pensar que no son importantes porque ahora lo principal es luchar contra la pandemia. Nuestro papel como sanitarios en esta crisis es seguir atendiendo a nuestros pacientes; no podemos dejarlos porque el foco esté centrado en esta terrible enfermedad”, explica el doctor David Abejón, Jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Quirónsalud San José.
El equipo del Dr. Abejón lleva a cabo tratamientos para aliviar dolores crónicos en personas con diversas enfermedades o que se han visto sometidas a intervenciones complejas, como pacientes oncológicos, con cervicalgias, lumbalgias, polineuropatías, dolores neuropáticos focales o globales, dolores de hombros, artrosis, fibromialgia y, en general, cualquier dolor crónico.
“En Medicina se considera dolor crónico aquel que se prolonga más allá del periodo normal de curación. Ahí es donde intervenimos nosotros. Se trata de un dolor que es muy difícil medir, porque cuando es una molestia continua es difícil valorar su intensidad. Además, el dolor es subjetivo y siempre vas a pensar que es elevado porque es el tuyo”, explica el Dr. Abejón.
Por eso señala que en unidades como las suyas es importante hacer Medicina del dolor, en vez de tratamientos del dolor, es decir, investigar todas las variables que intervienen en la dolencia para diagnosticar con precisión qué sucede y aplicar la solución más adecuada. Para ello, tratan de determinar cuándo aparece el dolor, dónde se localiza, cuál es su intensidad, cuáles son sus características, hacia dónde irradia y cómo se agrava o se atenúa.
“Cuando un paciente presenta un dolor crónico es muy difícil que se cure, hay que tener unas expectativas realistas. Lo que nosotros consideramos un tratamiento eficaz es obtener una mejoría del 50% en esas importantes molestias. En el 90% de los casos lo logramos, y también hay casos en los que el dolor desaparece completamente, como en las lumbalgias o en los hombros. Pero en todos, sin excepción, lo que conseguimos es mejorar la calidad de vida del paciente”, señala el Jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Quirónsalud San José.

El Dr. David Abejón, Jefe de Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirón salud Madrid, Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Quirónsalud San José, señala que es normal que la sociedad haya puesto el foco en la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus, pero subraya que descuidar otros tratamientos médicos de pacientes que lo necesitan también entraña peligros para la salud pública.
Tratamientos
El perfil del paciente de Dolor es el de una persona que sufre importantes molestias derivadas de una enfermedad o una intervención quirúrgica que otros servicios médicos no pueden resolver. A diferencia de éstos, las unidades como la que dirige el Dr. Abejón si pueden llevar a cabo diversos tratamientos para aliviarlo y mejorar su día a día.
“Una unidad del Dolor debe estar conformada por un equipo multidisciplinar. La nuestra está formada por médicos especialistas de varias disciplinas: psicólogos y profesionales de medicina complementaria como la acupuntura, el manejo de la dieta o rutinas deportivas. Gracias a este equipo, podemos abordar todo tipo de tratamientos; desde psicológicos a intervencionistas”, explica el doctor.
Si el problema del paciente tiene más que ver con el ámbito emocional, los médicos lo derivan a la psicóloga de la Unidad, que es quien determina si necesita un tratamiento psicológico o médico, o una combinación de ambos. En el caso de que necesite el segundo, en función de sus características podrá ser tratado con métodos no invasivos, que se dividen en farmacológicos e intervencionistas. Y todo eso acompañado de procedimientos complementarios como ajustes de la dieta, que ayudan a revelar productos que puedan estar implicados en la génesis del dolor; la acupuntura, la ozonoterapia o la medicina regenerativa.
“Los tratamientos farmacológicos se realizan con la ingesta de antiinflamatorios u opiáceos, mientras que los intervencionistas se aplican directamente en la zona donde queremos conseguir efecto. Este segundo es el mejor que podemos aportar, puesto que nos permite reducir los efectos de los fármacos, llevar a cabo una rehabilitación más sencilla y reducir los tiempos de baja de los enfermos”, señala el Dr. Abejón.
La pertinencia de uno u otro tratamiento se decide tras una evolución personalizada del paciente, puesto que hay personas que, por su dolencia, deberían recibir un tipo de intervención que, sin embargo, no es la más indicada por el estado general de su salud, su avanzada edad o sus antecedentes médicos.
Sanidad Privada
El Dr. Abejón también ha querido subrayar la diferencia que existe en este tipo de tratamientos entre la sanidad pública y privada: “La gran ventaja es que en la privada podemos ofrecer un trato más personalizado y con mucha más facilidad para llevar a cabo los procedimientos porque solemos tener más espacios de lo que tienen la pública”.
Fuente: Diario ABC y El País.
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